«Un joven varón de 16 años originario de Cuba parecía no poder progresar en el juego hasta que obtuvo todo el papeleo necesario para sus huellas digitales. En ese tiempo su trabajador social se mantuvo ‘ocupado’ con otros jóvenes de tal manera que el joven tuvo que hacer malabarismos para poder completar ese paso crucial. En ese punto del juego, el facilitador consulto con el joven a lo cual contesto: “Eso es exactamente lo que me esta pasando ahora mismo, estoy esperando los resultados de mis huellas digitales”. Al continuar la exploración el joven comunico como el ha estado esperando por meses para saber si sera elegible para reunirse con su familia dependiendo de los resultados. Este joven no solo demostró un conocimiento extensivo del proceso de inmigración sino que ademas estaba muy consciente de que su situación era muy diferente que la del resto de sus compañeros de albergue. Con gran paciencia y consideración hacia sus compañeros de albergue, el humildemente compartió su historia en tal manera que deja a uno pensando que el viene de un lugar privilegiado cuando en realidad no era así.» – 2016-17 voluntario del ICAN